CUBAENTERA

CONTENIDOS Y NO FORMAS QUE DESCONCIERTAN...

Desde que se supo la noticia de que Juanes; ese canta-autor de Medellín, Colombia que en lo particular no es de los que me gusta oír; y lo achaco al trauma infantil de la escasez de carruseles, pues para los que vivimos la infancia en Cuba un carrusel con su tonadilla repetitiva y altisonante era algo casi desconocido, como lo son para la mayoría de los niños y niñas cubanos los juegos de video, la Internet y hasta las almohadillas sanitarias en el despertar a la pubertad ( y en el ocaso) . Pues bien, este hecho que pudo ser intranscendente si el concierto se hubiese organizado en el Estadio Latino-Americano, o en la Ciudad Deportiva o en el Anfiteatro Acuático del Parque Lenin o el Anfiteatro de Varadero sin “toles” en divisa; con todos sentados y no solamente los invitados de honor como sucederá, hubiese sido algo más a lo que estamos acostumbrados de alguna forma y esporádicamente, pues a pesar del hermetismo socio-cultural que se impone en la isla desde hace medio siglo (ya esto lo dije por algún lugar) Cuba ha sido visitada por artistas de tallas internacionales cuyos talentos han rebasado la prueba de los años.
Que hace diferente este Concierto de Juanes en la Habana?
1-Suspender Juanes Honduras donde existe una crisis recién cocinada de poder y organizarlo en Cuba.
2-La prohibición de Juanes a que Uribe asistiera al que dió en la frontera de Colombia con Venezuela.
3-Su entrevista con la Clinton para buscar apoyo o para obedecer ordenes.

Estos tres aspectos me dejan en condición de decir que el Sr. Juanes si conoce de política y que sabe asumir posturas políticas.

Pero hay más; si el Concierto es en busca de la Paz, el Sr. Juanes debió demostrarlo invitando al Movimiento Underground Cubano a compartir escenario en Paz y por la Paz. Y estoy olvidando voluntariamente a los magníficos artistas cubanos que viven en la diáspora y que el pueblo cubano desearía verles actuar bajo el mismo cielo, en la patria.

No soy artista, soy simplemente alguien que quiere ejercitar sus neuronas para que no se le atrofien y decir lo que piensa, pero me atrevo a decir, que un acuerdo para un Concierto constituye un contrato ya sea verbal o escrito y a eso me remito. No creo que persona alguna con la capacidad para concertar contratos los asuma sin antes investigar (tan fácil que resulta hoy en día) quien es la contraparte, cuales son los objetivos que persigue y a que me comprometo al llegar a un acuerdo. Si Juanes no sabe de estas cosas, estoy segura que sus representantes si han de saber, y si no es así, entonces que viva la ignorancia.

Pero resulta que un concierto juvenil, tal y como se deduce por los seguidores del Sr. Juanes, además de olvidar a los jóvenes artistas Underground comparte las tablas con los dinosaurios artísticos de los tiranos dinosaurios, con lo que lo convierte en un Concierto Jurásico. Pero aún si esto no bastara, al menos dos de los dinosaurios artísticos ya han probado la sangre de los "niños" obligados a vivir y morir en la Jurásica Isla Prisión.

A mi me indigna tanto que se utilice la escasez de distracción y emociones que elevan el espíritu (del otro tipo, Cuba es un país muy emocionante) para promocionar y maquillar al decrepito régimen esclavista de la Habana, que aunque no comparta la FORMA en que un grupo decidió manifestar sus sentimientos de repudio, destruyendo a martillazos unos discos vírgenes recién adquiridos (en ninguno logre ver la carita de Juanito ni algo que lo hiciera parecer un CD autentico) en simbólico y genuino acto de desprecio, que me maravilla oír tantas voces detenidas en la FORMA y no en el CONTENIDO.

En la “guerra” como en el amor, todo es permitido. No estoy exhortando y quiero dejarlo bien claro a las revanchas, ni a imitar a las hordas sedientas de sangre que en la década de los 80s invadieron las calles de Cuba en una acción de salvajismo nunca antes visto y que siguen activas vestidas de Brigadas de Respuesta Rápida, de Contingentes, de policías de uniforme y de paramilitares para arremeter contra el que se atreva a disentir. No estoy invitando a que Juanes sea arrastrado desde su casa por los cabellos como le sucedió a nuestra poetisa Maria Elena Cruz Varela. Dios me libre de plantear semejantes canalladas pues solo de pensar y recordar aquellos días mi estomago se revuelve.

Pero me da por recordar al pueblo alemán, aquel que un día tiro abajo a golpes de mandarria el Muro de Berlín, algo mucho mas valioso que los supuestos discos de Juanes, con más historia acumulada en cada palmo de muro, que pudo ser conservado como una antigüedad, como un inmenso museo al aire libre y comunicando ambas partes, para que las generaciones futuras conocieran del ostracismo que se vive en un régimen totalitario.

Pero todos vimos y aplaudimos la caída del muro de Berlín, y es que en ese momento estábamos más concentrados en el CONTENIDO de la acción que en la FORMA.

Si Juanes con su conducta deleznable ha revitalizado en la diáspora cubana la rebeldía que es nata en nosotros y que medio siglo de esclavitud de la Patria aun no ha logrado apagar; pues adelante, (sera lo único bueno que quedará de este Concierto que Desconcierta) no intentemos apagar la llama con detalles de formas e intentemos que el contenido que hay en las acciones sea causa para unirnos y para mantenernos unidos hasta que logremos deponer el estado de cosas en la isla.

Del exilio siempre han hablado mal y lo seguirán haciendo, no hacen falta martillazos, el régimen de la Habana es experto inventado historias calumniosas y difundiéndolas al ingenuo mundo que observa inconmovible en sitio seguro y cómodo.

No tenemos que esperar que alguien nos apoye o nos cuestione. Porque para los que cuestionan conductas subidas de calor, tenemos tantos y tantos ejemplos de verdadero salvajismo del régimen, que estoy segura harían callar a cualquiera que tenga una gota de humanismo y un poquito de vergüenza.

No estoy promoviendo la Ley del Lynch, que quede claro; estoy recordando a todos que es hora de unirnos de una vez y para siempre si no queremos ver pasar medio siglo más de sufrimiento y oprobio para nuestro pueblo. Es hora de enfocarnos en el contenido y dejar las formas para tiempos de verdadera paz.

RMS